viernes, 10 de febrero de 2012

Murió el perro, pero siguió la rabia

Hoy es un día nefasto para la democracia, para la libertad y para los derechos humanos. El Tribunal Supremo ha condenado al juez Baltasar Garzón a once años de inhabilitación y todos sabemos por qué lo ha hecho. Digan lo que digan sus miembros, todos sabemos la verdad que esconde una condena tan injusta como aberrante. No, no soy abogada; tampoco soy cocinera y eso no me impide preparar un bacalao que haría babear al mismísimo Adrià. Solo hay que informarse un poco, o mucho, para descubrir las mentiras que nos venden envueltas en papel de desecho.
  
Hace unos días miles de personas en este país se quedaron boquiabiertas al ver cómo declaraban inocentes a dos individuos que llevaban escrita la palabra culpable en la frente desde el primer día. Ni las declaraciones de los testigos, ni los múltiples documentos y facturas (o mejor dicho, la ausencia de ellas), ni las bochornosas conversaciones telefónicas de esos dos individuos con los cabecillas de la trama Gürtel, ni nada ha servido para que se condenara a dos sujetos que son, como poco, presuntos cómplices de criminales que todavía andan sueltos o que volverán a la calle muy pronto. Y ahora resulta que Baltasar Garzón, además de no poder ejercer su profesión en un montón de años, tiene que pagar las costas del juicio a Correa y a los otros cabecillas gracias a la generosa falta de escrúpulos del Tribunal Supremo.

La Justicia suele representarse como una mujer con los ojos vendados, con una balanza en la mano izquierda y una espada en la derecha. El simbolismo pretende mostrar que la Justicia es igual para todos y que a todos alcanza. Si no fuera porque hoy no tengo ninguna gana de reírme, me partiría el pecho con semejante idea. Hoy se ha demostrado claramente qué tipo de Justicia impera en España.
http://politica.elpais.com/politica/2012/02/09/actualidad/1328808543_008006.html

Una vez más, Iñaki Gabilondo ha puesto voz a lo que piensa muchísima gente: "Los cazadores ya tienen su trofeo". http://blogs.elpais.com/la-voz-de-inaki/

Como decía, son malos tiempos para la democracia, para la libertad y para la defensa de los derechos humanos. Por lo visto no es cierto que cuando muere el perro se acaba la rabia.

2 comentarios:

  1. Sigue escribiendo Fati.
    A mí me encanta leerte.
    Acabo de recomendar tu blog a tres buenos amigos, a los que sé que les va a interesar.(Son todos profes, pero eso no significa nada, son mucho más que eso, SON BUENOS PROFES E INTELIGENTES)

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  2. Me alegro de que te guste y me encanta que recomiendes mi blog. Muchísimas gracias.

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